Pensemos un poco ¿Qué demonios nos dejo este año viejo?¿Cuántas oportunidades decidimos tomamos, cuántas dejamos pasar, cuántas intentamos alcanzar pero se escurrieron entre nuestros dedos como agua?
En lo personal aprendí muchas cosas, aprendí a buscar lo que quiero, a tomar una decisión y buscarla, no quedarme meditando sobre las azarosas consecuencias de un acto que solo existe en mi mente.
Confirme que el dolor puede estar a la vuelta de la esquina, y que no puedo vivir sumergido en él, que la vida no es para soportarla, uno vive en el momento en que se dedica a disfrutar cada momento y a pesar de las situaciones esboza una sonrisa sincera de vez en cuando. Que el dolor no es malo, nos obliga a movernos. Depende de nosotros a donde le demos dirección, si hacemos de él un dolor fértil, que nos nutra y del cual podamos absorber aprendizaje y experiencia. O podemos transformarlo en un dolor seco, que solo lastima, y que solo nos presiona contra el cielo y nos hace regresar, no probar nuevas soluciones.
Descubrí que la búsqueda del amor es tomar de la mano a tu pareja y lanzarte al vacío, apostando a que en algún momento de la caída aprenderás a volar, o en su defecto el piso no sea tan duro.
Para finalizar quiero agradecer a todos los que me acompañaron en este viaje de 365 días. A LA CANACA, bola de pondejos muchas gracias, hermanos si ustedes no existiría, son ustedes el pilar que le da estabilidad al kaos que es mi vida y mi cabeza. A mi familia que siempre está. A los compañeros de la universidad, amigos muchas gracias por aprender conmigo y recolectar tantas buenas experiencias. Y finalmente a mi novia, que este año apareció en mi vida y me dio la oportunidad de conocer a un magnifico ángel, una sonrisa hermosa y el calor de un abrazo y un beso. Seguramente, he olvidado mencionar a muchas personas pero sus recuerdos están grabados en mí.
Espero que el próximo año nos traiga mucho aprendizaje, mucho placer, vicio, amigos, sexo, metal, AMOR y sobretodo mucha mucha alegría. No dejemos de reír. EN un mundo donde estamos atados al pasado, condenados al futuro inexistente, y solo vemos un momento. El punto es que no hay punto, sol un camino hacia él. Ese camino nosotros lo elegimos.
